Después de explorar los muchos aspectos de la vida en la Guardia Nacional, la opinión de su hijo y su propia evaluación de su preparación son generalmente buenos indicadores. Pero si a usted le gustaría recibir opciones adicionales, siéntase libre de platicarlo con un reclutador. Sin importar en qué etapa del desarrollo emocional su hijo se encuentre cuando ingrese a la Guardia, pronto será más fuerte, con más confianza y más capaz que nunca.